No creo que haya muchos lugares donde me sienta tan feliz y emocionada como este: la Plaza de Paloquemao en Bogotá. Desde que estaba chiquita, mi mamá me traía casi todas las semanas, muy de madrugada, a comprar flores. Y ahora, venimos de vez en cuando a comprar cositas, es todo un plan. Para mi es un placer visitar este lugar tan lleno de vida, de color y de sabor. ¡De verdad que es mágico! Y hoy, mientras caminaba entre los puestos de frutas y verduras, pensaba en lo afortunados que somos quienes vivimos en este país, que tenemos esta magnífica variedad de regalos de la tierra al alcance de la mano y prácticamente en cada esquina. Las plazas de mercado son un paraíso, una oportunidad para conocer y disfrutar de más y mejores alternativas para alimentarnos. Ojalá esta mini galería sea motivo de inspiración para quienes quieren comer más rico y mejor.




















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